Antoni Gaudí fue un arquitecto español, máximo representante del modernismo catalán.
Gaudí fue un arquitecto con un sentido innato de la geometría y el volumen,
así como una gran capacidad imaginativa que le permitía proyectar
mentalmente la mayoría de sus obras antes de pasarlas a planos.
Gaudí concebía
sus edificios de una forma global, atendiendo tanto a las soluciones
estructurales como las funcionales y decorativas.
Estudiaba hasta el más mínimo detalle de sus creaciones, integrando en
la arquitectura toda una serie de trabajos artesanales que dominaba él
mismo a la perfección: cerámica, vidriería, forja de hierro, carpintería, etc. Asimismo, introdujo nuevas técnicas en el tratamiento de los materiales, como su famoso “trencadís” hecho con piezas de cerámica de desecho.
La arquitectura de Gaudí está marcada por un fuerte sello personal,
caracterizado por la búsqueda de nuevas soluciones estructurales, que
logró después de toda una vida dedicada al análisis de la estructura
óptima del edificio, integrado en su entorno y siendo una síntesis de
todas las artes y oficios. Mediante el estudio y la práctica de nuevas y
originales soluciones, la obra de Gaudí culminará en un estilo
orgánico, inspirado en la naturaleza, pero sin perder la experiencia
aportada por estilos anteriores, generando una obra arquitectónica que
es una simbiosis perfecta de la tradición y la innovación.
La obra de Gaudí ha alcanzado con el transcurso del tiempo una amplia
difusión internacional, siendo innumerables los estudios dedicados a su
forma de entender la arquitectura. Hoy día es admirado tanto por
profesionales como por el público en general: la Sagrada Familia es
actualmente uno de los monumentos más visitados de España.Entre 1984 y 2005 siete de sus obras han sido consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
la Sagrada Familia
Parque Güell
Casa Batló
Casa Milá
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